Tecnología en el aula: aprender con salud digital
¿Qué es la “tecnología con propósito”?
Es aquella que no solo es innovadora, sino que también busca tener un impacto positivo en la sociedad, el medio ambiente o en la calidad de vida de las personas. Esta idea va más allá de crear productos o soluciones tecnológicas por el simple hecho de ser funcionales o rentables; se enfoca en que estas tecnologías estén orientadas a resolver problemas reales, mejorar el bienestar humano, y contribuir al desarrollo sostenible.
¿Cuándo es saludable la tecnología en las aulas?
La principal ventaja de la tecnología en el aula es no sustituir al docente, sino multiplicar su potencial de llegar más lejos, permitiéndoles la gestión de los distintos niveles de aprendizaje en un mismo aula, o recogiendo datos del desempeño en tiempo real. Recientes estudios, como el informe PISA de la OCDE, indican que su uso es especialmente beneficioso cuando:
- cuenta con retroalimentación instantánea (o lo que es igual, corrige en el momento, cuando el alumno aún está implicado en la resolución del ejercicio y en entender dónde ha fallado, en el mejor momento para utilizar el error como herramienta de aprendizaje),
- permite la adaptación del aprendizaje al alumno, y contribuye a individualizar la enseñanza, ajustándose al nivel del estudiante y posibilitando detectar las áreas donde tiene más debilidades,
- es moderado (por ejemplo, una hora al día).
¿Te suena?
Snappet tiene la misión de mejorar el aprendizaje de los alumnos, y se ha demostrado que contribuye a mejorar sus resultados hasta en un 40%. Esto se debe a que la plataforma está desarrollada en torno a exhaustivos estudios sobre qué constituye un aprendizaje eficaz, como las investigaciones del experto pedagogo John Hattie. Por ello, la adaptación al individuo o “trabajo adapativo”, gracias al que cada alumno trabaja de forma personalizada sin que el maestro tenga que pasar horas interminables buscando distintos materiales, y la corrección inmediata son nuestra bandera.
Pero también tenemos sumo cuidado con el momento de desarrollo cognitivo que viven los alumnos; la tecnología está ahí para dar servicio al docente y al alumno, no para cobrar protagonismo. Por eso la interfaz de Snappet carece de animaciones estridentes y no permite compras en la app, por ejemplo, ya que su uso está vinculado al desarrollo de patologías y a la pérdida de atención.
Cada vez que la plataforma introduce una novedad (un nuevo signo de corrección; estrellas que caen para celebrar un ejercicio correcto) nuestros analistas de datos miden su impacto en el aprendizaje. Si no aporta una mejora, no supera la fase de prueba.
Nos encantaría saber tu opinión, ¿te animas?